El 12 de Octubre se festeja el supuesto "descubriemiento de América", cuando en realidad debería ser un día de luto tatinoamericano por el etnocidio de las culturas aborígenes.
Sin embargo, Europa considera que trajo la religión, el idioma civilizador y la cultura verdadera al continente americano. A nuestro entender, no se puede conmemorar la masacre de los verdaderos dueños de estas tierras por una enfermiza ambición de poder europeo.
Hoy en día se toma por ejemplo a Europa por la vergüenza que causan nuestros fracasos, que nos impidieron ser miembros del Primer Mundo. A raíz de esto nace un desprecio provocado por el desconocimiento de las culturas aborígenes, desprecio reflejado en el abandono de los gobiernos de turno que excluyen la verdadera historia de todos los programas educativos, económicos y sociales.
Nos parece intersante la opinion del jefe azteca, Guaipuro Cuahutemoc: "También yo puedo reclamar pagos, tambié puedo reclamar intereses, porque en el Archivo de Indias consta papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre 1503 y 1660 llegaron a San Lúcar de Barrameda, en Andalucía, 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata que provenían de América.
"No quiero hablar de saqueo, porque estaríamos pensando que los hermanos cristianos faltaron a su séptimo mandamiento (...); perfiero entenderlo como el primer de los préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa".
Dado los argumentos expuestos, concluímos que el Día de la Raza no debería ser festejado, aunque sí es necesaria una reflexión que nos permita consolidar nuestra profunda identidad latinoamericana.
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